domingo, 5 de octubre de 2014

PENSAMIENTOS DE UNA NOCHE DE VERANO








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sábado, 4 de octubre de 2014

EL (los) DILEMA (s)




Sergio García Díaz


La vida no siempre es igual, quiero decir, está llena de situaciones extraordinarias, esas que aunque probablemente las vivimos casi todos los días, en algunas ocasiones se vuelven puntas de lanza. Cuando una de esas situaciones se nos presenta con el “sí” o “no” por delante, estamos frente a un dilema. Seguramente te han pasado. Te exigen tomarte un poco de más tiempo para pensar bien lo que harás. Haces un repaso de lo que has vivido y piensas en qué será mejor para ti. Te llenas de dudas porque aparentemente un “sí” o un “no” te traerían las mismas consecuencias, o en todo caso no habría mucha diferencia. Te ves y te imaginas en ambas situaciones, puede ser que signifiquen, en el fondo, ganar o perder algo o alguien. Recorren tu cuerpo todo tipo de sensaciones: calor, frío, la piel se te pone chinita, se te baja la presión, se te va el sueño o hasta el hambre, fumas, tomas, comes de más, te duermes, te ríes de nervios, haces que como que no te importa aunque en el fondo rumias eso todo el tiempo. Tratas de tranquilizarte para decidir bien, haces meditación, lo consultas con alguien hasta estar seguro de lo que vas a hacer. Cada vez que traes esa situación (dilema) a tu  mente un escalofrío recorre tu cuerpo. No lo puedes evitar. Te truenas los dedos, sudas frío, te muerdes los labios y las uñas, te echas un trago de tequila, porque de todos modos tienes que tomar una decisión. El dilema te pone al borde del abismo porque no es una simple decisión, en muchos casos, es “la” decisión sobre eso específicamente. No muy fácilmente se puede corregir la decisión final de un dilema, a menos que venzas tu orgullo. Te miras al espejo y te imaginas diciendo “sí”, te vuelves a mirar y te imaginas diciendo “no”. Te resulta difícil distinguir en cuál sonríes o en cuál te asustas. Todo esto puede pasarte en cuestión de minutos o en horas o en días. De todos modos tienes que resolverte a una respuesta. Finalmente decides. Te atienes a las consecuencias y recuperas, poco a poco, la calma. Y tu vida seguirá presentándote dilemas. Por eso digo que la vida no siempre es igual.


04/10/2014

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