De repente
aprendí que los presentimientos se dan por algo. Y digo “por” refiriéndome a
que hay una causa que los origina, puede ser externa a uno mismo, alguna
situación que de alguna forma toca la vida personal; o también puede ser
interna, es decir, como resultado de una serie de experiencias que al final
brotan tan espontáneamente que incluso hacen despertar a mitad de la madrugada.
Hoy desperté así,
por un sentimiento, pre-sentimiento o sensación inexplicable. En lo que logré la
conciencia, ya estaba recapitulando el sueño que tuve. Todo en un mar de
silencio y oscuridad. Finalmente… ¡todo bien!
Hay cosas en la
vida que no se pueden explicar, simplemente se las vive y se las acepta.
Sergio Gabriel
Etiquetas: DIARIO