domingo, 13 de noviembre de 2016

SER-PRESENCIA



Sergio García Díaz

Somos seres finitos. Nadie duda que todo en la vida tiene su fin, incluso ella misma. Desde que hicimos consciente el hecho de la muerte nos hemos aferrado más y más a la vida. A veces como un capricho, a veces con esperanza de una vida eterna aunque no sin miedo, a veces sólo por resignación. Somos seres temporales. Sin embargo, no sólo la temporalidad define nuestra vida.
Hay algo más que nos hace adueñarnos de quien somos como algo inevitable, sin cuestionar la suerte de estar vivos y sí cambiándola, muchas veces, por pesimismo, como si estar vivos fuera un peso.
Todo es temporal, incluidos nosotros. Pero no sólo somos cambio constante, también somos permanencia, pues mientras más vivimos más permanecemos y la permanencia se vuelve presencia. Presencia en mí, presencia para los demás.
Es muy fácil dejar de ser presencia. Basta con que dude de mí, con que niegue quien soy, basta que no acepte mi condición. Dejar de ser presencia, repito, es más fácil que serlo. Porque creemos que no lo somos y que da lo mismo si no somos presencia.
Ser presencia es diferente de estar presente. Se está presente con el cuerpo, pero somos presencia cuando nuestra mente y nuestro cuerpo significan quien en realidad somos.
Más allá del tiempo lo que nos define es el hecho de ser “presencia”, que se da incluso de manera atemporal. No estamos limitados por el tiempo, sino por creer que ese es nuestro límite principal.
Vivimos preocupados por el tiempo, y nos olvidamos de ser presencia. Nos hemos vaciado de nuestra esencia.
Por eso creo que lo que nos da plenitud y perfección es ser-presencia.


13.Nov.2016

Etiquetas: , , ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio