sábado, 19 de enero de 2013

DECIDIR PARA SER FELICES





Decidir con altura:
Afrontar en vez de evadir. Es analizar, diagnosticar y ver claro. Es vivir a fondo los compromisos y las responsabilidades. Es saber transigir, defendiendo los propios puntos de vista e intereses, pero también comprendiendo a los demás y cediendo. Es la capacidad de ver en los grandes problemas grandes oportunidades de dar el máximo esfuerzo. Es la capacidad de aceptar lo suficiente cuando no se puede conseguir lo óptimo. Es disposición a renunciar a satisfacciones presentes en vista de cosas o situaciones superiores. La decisión implica ánimo y fuerza de carácter.

Características de una decisión

1.      Definir una meta concreta y realista.
2.      Clarificar las circunstancias que me rodean.
3.      Conocer cuáles son mis mejores talentos.
4.      Revisar qué situación me apasiona.
5.      Tener la información suficiente.
6.      Analizar e interpretar cuidadosamente la información.
7.      Describir cuáles son las opciones.
8.      Visualizar las consecuencias de mi decisión.
a.       A corto plazo (1 ó 2 años).
b.      A mediano plazo (3 a 6 años).
c.       A largo plazo (10 años o más).
9.      Revisar los beneficios que me traerá.
a.       Mi persona.
b.      A las personas más cercanas.
c.       A los grupos en los que participo.
10.  Pensar quién influye en mis decisiones y si estoy siendo libre al tomarlas.
11.  Analizar qué me limita a tomar la decisión.
12.  Definir una estrategia clara con respecto a la decisión y ser firme con esa estrategia.


¿Qué influye en la facilidad o dificultad para tomar una decisión?

1.      Conciencia de mí mismo.
Es más fácil tomar una decisión cuando tengo claro:
a.       Lo que quiero.
b.      Lo que pienso.
c.       Lo que siento.
d.      Lo que valoro.

2.      Personalidad.
Según mi tipo de personalidad tomaré una decisión:
a.       Para escapar.
b.      Posponiendo.
c.       Sin darle importancia.
d.      Impulsivamente.
e.       Guiado por lo que me da la gana.
f.        Por presiones externas.
g.       Por situaciones familiares, amigos.
h.      Presionando para que otros decidan por mí.

3.      Autoestima.
A más correcta autoestima menos angustia para tener que tomar decisiones.

4.      Decisivo de la situación.
No es lo mismo decidir qué me voy a poner que decidir qué carrera estudiar.

5.      Momento especial por el que atravieso.
El estado de ánimo, la salud física y emocional son determinantes.


Cómo decidir frente a un problema

1.      Para especificar el problema las siguientes preguntas te pueden ayudar:
a.       ¿Quién está implicado, qué personas están involucradas en el problema?
b.      ¿Qué está pasando que me molesta, preocupa o duele?
c.       ¿Dónde y cuándo sucede?
d.      ¿Qué creo que esté originando esta situación?

2.      Para describir la respuesta piensa:
a.       ¿Qué es lo que hago cuando se presenta la situación?
b.      ¿Cómo me siento? ¿Qué emoción y pensamientos predominan después de que me enfrento al problema?
c.       ¿Qué quiero? (Objetivos que si se cumplieran, el problema estaría solucionado).

3.      Para lograr tu objetivo, qué posibles soluciones hay.
Elige algunas soluciones que ofrezcan más beneficios y luego elabora estrategias para llevarlas a cabo.

4.      Determina los pros y los contras.

5.      Pronostica los resultados. Prevé las consecuencias.
Qué tengo que hacer, ¡ya!

6.      Pon en práctica y evalúa al poco tiempo.

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